Una mañana en Little India Conoce el famoso barrio de Singapur 2013
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- Aún no había salido el sol y lo primero que vimos fue el templo de Sri Vadapathira Kaliamman amablemente nos dejaron entrar y hacer fotos mientras lo preparaban. Aquí está la diosa Periyachi Amman diosa protectora de los niños, una figura muy diferente a lo que estamos acostumbrados en España.
- Este sacerdote nos explicó muy amablemente el significado del Templo y las historias tras cada figura, al menos lo que pudo, le quiero agradecer la atención y paciencia.
- Una imagen que me sorprendió mucho, fué este tendedero tan bien organizado en el supuesto caos hindú.
- Esta imagen pertenece a otro de los templos de Little India en este caso el Templo de Sri Srinivasa Perumal, donde pudimos ver una ceremonia donde bañaban a los dioses en leche, y las personas se sentaban a desayunar viendo la ceremonia. Otra idea universal es la de las velas. Casi todas las religiones usan velas en para la oración.
- Un creyente reza completamente tumbado en el suelo, me recuerda a los grandes centros de peregrinaje cristianos.
- Poco después de visitar los templos, vi a esta mujer con los chiquillos que daban de comer a las palomas, lejos de la neurosis colectiva europea por preservar los derechos la imagen, la señora me dejó hacer fotos y siguieron disfrutando como si yo no estuviera.
- La arquitectura se conserva en el formato tradicional, y existen edificios que llaman la atención por originalidad.
- Este podría ser un buen ejemplo para mostrar Serangoon Road sin coches. El resto del día es una calle bastante concurrida.
- La decisión con la este niño caminaba me daba la triste impresión de ser un trabajador más.
- El Beer Garden de Little India nos maravilló por sus colores, es una parada obligada si visitas este barrio.
- Una nueva vista y al ser tan temprano una nueva oportunidad de poder ver algo infrecuente como un bar vacío en Singapur.
- La magia del color en todo su esplendor.
- Consejo de fotógrafo, no tengas miedo a las formas geométricas, son tus amigas.
- El Mercado de Serangoon es el más grande de Little India y una buena oportunidad para admirar maravillado como las tres o más culturas viven en armonía inclusive en un barrio netamente Hindú.
- Aquí desayunamos unas especies de pancakes o crepes con varias posibilidades, muy baratos y muy ricos. A pesar de la seriedad del cocinero.
- La arquitectura es algo que me llamó la atención en todo Singapur y en especial en Little India y Chinatown, los edificios no perdían orientalidad pero si son muy funcionales y formales.
- Vamos que si fuera un periódico español cualquiera me podría decir que estoy en Triana.
- Los templos en Little India tienen torres llenas de figuras representando historias de los dioses hindús. Este templo y el último que vimos esa mañana es el de Sri Veeramakaliamman
- Mi gran amigo meji, el único que me toma el pelo, se empeña en que le lleve de los viajes guías de peluquerías varias, pero es imposible por lo poco que llevamos de equipaje, así que siempre intento hacer fotos en las peluquerías que me llaman la atención.
- Alucinado con la gama de colores de la escena, no tuve sino que encuadrar y disparar. Pisos residenciales en Little India
- De vuelta al templo del amanecer, nos encontramos con una boda que se estaba celebrando, por respeto no quise entrar dentro de su ceremonia pero sí me permitieron compartir un rato con ellos y tomar algunas fotos.
- Hermosa, reza a la diosa y le pide un sinfin de buenaventura para ella y los suyos.
- De nuevo tuve la impresión de estar en Andalucía.

El color predomina en la cultura hindú con maravillosas combinaciones.
Acababamos de llegar a Singapur, eran las 10 de la noche y habíamos cogido, por unos 6 euros cada uno. un transfer desde el Aeropuerto hasta nuestro hotel, que se encontraba en la calle Lavender, ya habíamos leido antes de llegar que estabamos cerca de Little India, pero pese a que el nombre ya explicaba de que iba el tema, os juro que no sabía donde nos metíamos hasta que lo vimos.
En el transfer eramos como unas seis personas, y el transfer iba pasando de un hotel a otro sin decir nuestros nombres y dejando la zona moderna, llena de futuro, luces y vida. Así, como quien no quiere la cosa y con los ojos abiertos de la novedad y la variedad arquitectónica del centro de Singapur, nos fuimos adentrando en calles diferentes, más bajitas y antiguas, pero nada remarcable hasta que llegamos a la Avenida Serangoon que es donde se encuentra el centro cultural y religioso de Little India, y de pronto Raquel y yo nos miramos incrédulos, pero agradecidos de saber que había un pequeño trozo de un país lleno de misterios.
Era una avenida larga, extensa llena de luces de locales de comida, centros comerciales y letreros en hindi, y de pronto un templo, una torre en forma piramidal con cientos de figuras representando las vidas de los dioses, pero con un colorido que recuerda un patio cordobés en Mayo, y es que si una impresión me he llevado de Little India es que por momentos pensé que estaba en Andalucía.
Al final de la avenida a la izquierda nos esperaba el hotel, y con la mayor de las inocencias y credulidad nos fuimos a dormir pensando que a lo mejor me despertaba para ver el amanecer. No hizo falta despertador, desde las 3 y media no hubo forma de volver a dormirse, y claro tan cerquita de Little India nos fuimos a compartir el amanecer con sus templos, sus primeros trabajadores, los primeros comercios y el mercado en plena ebullición.
De lo que vimos y vivimos en Singapur ese primer día, y especialmente ese primer amanecer en Little India va este primer reportaje.
Cámara: Olympus OMD-EM5
Lentes: 12-35mm 2.8 Panasonic | 45 1.8 Olympus