Catas de la bodega Cesar Príncipe La Palma 2012
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- El Rincón de Moraga fue el primero en acogernos. Miguel el anfitrión e Ignacio Príncipe conversan a la llegada.
- Saber cuantas veces explicó el proceso sin secretos de como consigue esos vinos tan espectaculares es imposible. Hacía tiempo que no veía a nadie tan cercano y apasionado con el vino.
- El restaurante tenía varios comensales que disfrutaríamos del mismo menú. El servicio estuvo excelente.
- Ignacio Príncipe en el Rincón de Moraga
- Miguel y Ángela son el alma de Las Cosas Buenas de Miguel, dos amantes de la buena compañía y el vino.
- De izquierda a derecha, Jana, una excelente traductora de alemán, Raquel, mi compañera del buen vivir y Reyes, mucho más que la esposa de Ignacio Príncipe.
- Quién salía del restaurante salía con una sonrisa. Significativo.
- Nuestra mesa y buena prueba del encanto del lugar y el momento.
- Y el protagonista absoluto de toda la bodega, Cesar Principe, un vino 5 estrellas.
- José, propietario de Casa Osmunda recibe a los invitados directamente.
- Fabrizio, un romano en La Palma y Chuchú conversan en la recepción de Casa Osmunda
- Ángela y otro espíritu libre, Dani, disfrutando del vino de Cesar Príncipe
- En esta ocasión todos los comensales que ibamos a disfrutar la cata nos sentamos en la misma mesa. Uno de los placeres de la noche.
- No falta en la conversación un buen vino y sus múltiples maneras de coger la copa.
- No se lo pasaba mal nuestro amigo Fabrizio
- Chuchú satisfecho por otro día en el que todo el mundo salió contento.
- De nuevo un retrato de Ignacio Príncipe esta vez en Casa Osmunda.
- aquí está la niña de mis ojos. XIII Cantaros, el vino joven pero de más calidad que he probado, pero yo soy un neofito en esto del buen caldo.
- Cuando toca irse los efectos del vino son más evidentes y te ofrece verdad en los retratos.
- Casa Karl, un restaurante que nadie encontraría y que todos debería conocer. Aquí Ignacio Príncipe explicaba el proceso de creación de sus vinos.
- No es dificil explicar con este par de fotos la admiración que este hombre consigue en poco tiempo.
- Karl y su comida es un espectáculo mayúsculo. Sólo sabiendo que todo el pan que se consume lo hace con sus manos y que lo consideramos básicamente el primero de las muchas delicatessen que probarás ese día.
- Revisando las fotos de los días anteriores.
- Karl en plena acción. Un privilegio formar parte de la maestría de la cocina en directo.
- A través de un cristal se pueden ver muchas cosas. un almuerzo entre amigos es una de ellas.
- Bueno creo que sobra toda explicación del nivel de conexión que Ángela tiene con los animales.
- Mi momento favorito, bajo la lluvia Ángela consigue que el caballo de Karl le salude y le de su mano de vuelta. Uno de esos momentos.
- El arte de la cocina está muy ligado al arte de la colocación de los alimentos, por eso Karl sirve el mismo todos los platos, haya uno o cien.
- Dani ayuda y es feliz ayudando a que todos a su alrededor no tengan que echar en falta,, vino, pan, o cualquier cosa. Un gran tio.
- El salón de Casa Karl es una auténtica maravilla de la cantidad de detalles que puedes encontrar.
- La cocina está abierta a todos.
- Y el más jovencito de la hornada de las Bodegas Príncipe, Luna un vino fresco y afrutado que bien merece ser probado.
- Sí, tiene una Harley en el comedor, y sí David ya se había tomado una copa más.
- El Genio – Karl
- Raquel por muy pequeña que salga la escena se ilumina con ella.
- Icónica situación. No estoy seguro si estaba escandalizado o que pensaba acerca de la camiseta.
- Reunión de mujeres en la sobremesa.
- El Genio y Príncipe

Karl es un genio de la cocina y como anfitrión, siempre es un gusto compartir con él.
Hay personas que por su carisma, inteligencia, presencia y buen hacer se quedan grabadas en tu vida sabiendo que contarás la historia con los años una y otra vez. En los tres días que duraron las catas de la bodega vallisoletana Cesar Principe con el mejor embajador posible que el mismo Ignacio Príncipe, dueño y gerente de posiblemente una de las mejores bodegas de Europa y una verdadera revolucionaria en la zona de Cigales, estuve rodeado de personas a las que admiro y que confirmaron y sobrepasaron mis expectativas.
Chuchú, (Las Cosas Buenas de Miguel) me había pedido que los acompañara en esta ocasión para contar la historia de estos tres días en el que la comida de alta calidad, una compañía fantástica y unos espacios con encantos hicieron fáciles el encargo de disfrutar como uno más con mi cámara.
Dar también las gracias a El Rincón de Moraga, Casa Osmunda y por supuesto al gran Karl por acogernos y alimentarnos tan bien.
Todo un placer con mayúsculas y exclamaciones varias.