Atardecer dorado en Bergen Noruega 2013

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Atardecer dorado en Bergen, Noruega

Viña del Mar

Todas las profesiones del mundo tienen su Ley de Murphy, y la del fotógrafo sólo podía estar relacionado con la luz y el buen o mal tiempo. De hecho, creo firmemente que hay una ley natural que relaciona inversamente proporcional al tiempo que tienes para fotografiar un lugar, con las nubes y el mal tiempo. Cuanto menos tiempo tienes para hacer el reportaje, peor es el tiempo, más nubes hay y menos posibilidades tienes de conseguir una luz diferente.

Pero hay veces que la divina providencia permite que en la ciudad más lluviosa de Europa abra sus nubes y deje ver un atardecer cálido, anaranjado y suave que es capaz de bañar la ciudad con el pan de oro que sólo el sol es capaz de proporcionar. Y ante esa magia, uno sólo puede intentar mostrar lo que ve de la forma más ordenada posible, aunque el corazón palpite a la misma velocidad que la luz se pierde para no volver más.

Lo que ves en esta fotografía es el pequeño lago Lille Lungegårdsvann donde el atardecer de un Septiembre romántico hizo de la ciudad del gris eterno un dorado ocaso.

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