Myanmar and what we take for granted Photographic Thinks

[shareaholic app=”share_buttons” id=”21571468″]
Lavando ropa en el rio Myitnge

Hsipaw, Myanmar (Birmania)

Could you imagine being happy without all the things you take for granted?

I believe is posible, at least it’s something that I was able to discover in one of the most enlightening travels in my life. We take for granted too many things and when they are gone or just broken, we make a whole world about it. How many of us had been frustrated just because Wifi doesn’t work for a couple of hours, or washing machine, dishwasher or the tv screen. Some of us we become extremely unhappy when our favourite videogame it’s not loading anymore.

It is clear that any setback in our fast modern life could be a serious issue and give us discomfort, especially if we start from the premise that service’s companies (insurance, light companies, water, telephone, internet providers, banks, etc) who shoulded be the community supporters, only are into profits and their lack of good services generates more stress than solutions. But that, is another diferente thought.

If we could feel happiness without all of that? Myanmar is a country enormously rich with a really poor community, where technology doesn’t transform yet the friendship hello and the eternal smiling face of their people when are sharing their time in every aspects, even thought they are in the beginning of occidentalization

In this picture we can see some women washing clothes in Mytnge river meanwhile the man at the back is having his dairy bath, this has a really big symbolic meaning in some ways, on the one hand, it’s make evident that sexism is still dominating the thinking of all societies, and it’s clear to me that is not a valid system anymore and we should change for one complete egalitarian society in every ways. But in the other hand, this picture suggest one scene that our grandmothers lived almost lost by technology,

Esta foto en la que unas mujeres de una aldea a las afueras lavan la ropa en el río Myitnge mientras el hombre al fondo se baña tiene un simbolismo enorme, en varios sentidos, por un lado, saca a relucir el machismo que sigue reinando en el mundo y que debería ser sustituido por una sociedad igualitaria en todos los aspectos. Pero por otro lado, esta foto deja entrever una escena que vivieron nuestras abuelas y que se ha ido perdiendo con la tecnología, la masificación de las ciudades y el individualismo del capitalismo. La capacidad de compartir momentos, la capacidad de continuar nuestra vida junto a otros.

Vivir la vida en comunidad facilita la resolución de problemas y la gestión de tareas, el día a día de la convivencia que a veces tan pesada se nos hace, es mucho más amable cuando no compites contra más de un millon de seres humanos por la comida, por el transporte, por el trabajo o por un hogar. Una vida sin pasar tantas horas en facebook o twitter, donde la vida virtual es la que nuestra imaginación desarrolla y en la que nos soñemos para que otros no tengan que decirnos diariamente lo que tenemos que soñar.

La capacidad que tenemos de seguir adelante con o sin adelantos tecnológicos, con o sin conciencia de mundo y ser humildes para poder saludar amablemente al forastero, y además permitir que entren a tu intimidad a fotografiarte sin sentirnos nunca incómodos por miedo a lo que nos van a quitar. Porque admitámoslo, tenemos mucho más miedo de lo que nos puede pasar por proyección de futuro que por el peligro real. Algo que en la sociedad de Myanmar no es así, su miedo es real, sus problemas son a vida o muerte.

Y aún así nos aceptaron. Y aún así seguimos sin aceptar una vida sin lavadora.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies