Había que terminar por algún lado, y era el momento de enseñar el tesoro más preciado de Benaocaz, ya se han dicho muchas cosas de este rincón agraciado de los dioses, pero nada tan emocionante, divertido y culturalmente tan arraigado como el toro de cuerda.

Una festividad que año tras año trae miles de personas de todos los rincones del mundo, para correr delante y detrás de un toro, que en este caso tienen controlado en todo momento para que ni forme un estropicio y lo que es más importante para que el mismo animal no sufra vejaciones ni maltrato por los animales que formamos los seres humanos.

Para terminar, queremos dar las gracias a los habitantes de Benaocaz por su colaboración y por su siempre amable intento de ayudar a todos los foráneos que vamos a disfrutar de su fiesta haciéndome entrar en los sitios más privilegiados, y hacerme sentir la fiesta como mía.

Espero volver. Os dejo con las fotos.